sábado, 3 de mayo de 2008

I DO LIKE THE BLUEBERRY PIE

Yo creía que no me gustaba el pay de moras (¿Cuál es la traducción de blueberry?), en realidad, aún no averiguo si me gusta. Y es que la película de Wong Kar Wai, My blueberry nights, tiene toda la razón:

Elizabeth (Norah Jones):
¿Y qué tiene de malo el pay de moras?

Jeremy (Jude Law que es el dueño de un café en Nueva York):
No hay nada de malo con él. Es simplemente, que la gente escoge otra cosa. Pero no puedes culpar al pay de moras, es solo que…nadie lo quiere

Elizabeth se convierte entonces en una devota del blueberry pie acompañado con una bola de helado de vainilla que cada noche le sirve Jeremy. Ella está tratando de comprender por qué su novio la dejó por otra y por azares de la vida encuentra el café, y a pesar de ser un desconocido, va a compartir con el dueño inglés sus noches de insomnio y de dolor.

Cuando Elizabeth se da cuenta que ella es la que tiene que cambiar, se va de Nueva York sin despedirse de Jeremy

How do you say goodbye to someone you can't imagine living without? I didn't say goodbye. I just walk away.

A partir de este punto, la película que había manejado una atmósfera intimista, de planos cerrados, colores cálidos y movimientos lentos, se va a convertir en una road movie que va pasando de los ambientes oscuros de Memphis, Tenessee, el primer lugar al que llega Elizabeth, a ambientes mucho más luminosos como los casinos de Las Vegas y las imágenes finales de planos abiertos y con luz de día por las carreteras de Nevada.

Ella va transformándose –como sólo sucede en toda road movie- y muta de identidad en cada lugar a donde llega: es Lizzie en Memphis cuando conoce a la atormentada Sue Lynne (Rachel Weisz) y es Beth en el casino donde Leslie (Natalie Portman) está apostando. Sin embargo, al regresar a la ciudad de los rascacielos tiene que encontrar la forma de ser Elizabeth.

Este trailer es mejor que otras versiones...pero está subtitulado en francés, no importa, o sí?

A los gringos del New York Times no les gusto esta película porque dicen que los lugares que retrata son como de turistas, y sus paisajes son como de anuncio de rent-a-car , sin embargo le dan el beneficio de la duda porque “todos tenemos que comer, ¿por qué no comernos un pay?”. Dudo que la intención del director haya sido retratar con mucha verosimilitud los lugares que la protagonista visitaba; ya lo dije hace dos párrafos, los lugares marcan sus estados de ánimo, la psicología de los personajes…la fotografía es un éxito que refuerza una historia sencilla. No, no creo que My blueberry nights vaya a cambiar la cinematografía mundial, es más dudo que trascienda demasiado, sin embargo, no hay mucho que objetarle, una bella historia que te deja un buen sabor de boca…y ganas de comer pay de moras.

PD. No me gusta mucho la música de Norah Jones, pero su trabajo como actriz resultó mucho mejor de lo que esperaba.
PD1 Ahora quiero ver las demás películas de Wong Kar Wai...

PD2 Mmm...el diccionario dice que zarzamora es "blackberry", pero escribir "mora azul", como "blueberry", se ve raro...además pierde todo el sentido del color que prevalece en la película -morado- mmm...ni modo, se queda en moras y esto ha sido toda una duda existencial.

4 comentarios:

Luis Frost dijo...

ahora entiendo tus nicks.
me siento como blueberry pie.

pero ¿entonces dónde queda el fruit cake? a ése sí no lo quiere nadie nadie.

Elizabeth García dijo...

Mmm quiero un pay de moras... pero antes quiero ver la película!!!
Fuiste y no me llevaste, lo tendré muy en cuenta...

Jesús Serrano Aldape dijo...

mmm, pues juega con la idea de tristeza mi querida Paty Stardust. La onda es el blues (tristeza) y no es nada que no haya abordado en sus otros filmes Kar Won Wai. De hecho es una constante esos seres solitarios destinados a no encontrarse nunca. En ese sentido fue una gran concesión del director darle un final feliz a todo, y aceptando a esos protagónicos, que sin desentonar, la verdad no parecen gente común, y el cine de WKW es de gente corriente.
Lo padre es notar los ambientes de esta película, que no dejan de ser arquetipos, el héroe en busca de serlo, el ser golpeado en busca de su redención. Te digo, es una lástima que todo terminara en el final feliz, porque el blues al final es triste porque escapa de un alma sin hogar y que se siente de los mil diablos.
En fin.

Jesús Serrano Aldape dijo...

ja, se me olvidaba, además una de las marcas de su cine, sigue siendo la música, que en sus películas es tomada de un contexto totalmente ajeno (en apariencia) al que pertenece, y que en la escena encaja como si hubiera sido creada para esa escena. El ejemplo más claro es Quizás Quizás Quizás de In the Mood for Love, y Happy Together de la película del mismo nombre. En fin, es un infaltable mi querida cinéfila.

out.