jueves, 9 de agosto de 2007

TRAVESÍA POR TIERRAS DE MAR, MÚSICA Y CAFÉ

Estas son imágenes captadas por el pequeñísimo y rapidísimo recorrido que hice por Veracruz con mi familia; qué lugar, pero sobre todo ¡qué calor!

La primera parada: Córdoba


Veracruz: el puerto que vive cuando el sol se pone.

A eso de las 5 de la tarde, la gente comienza a llenar las calles del puerto. En el zócalo, la música fluye por todas partes: ya sea al ritmo de las marimbas, grupos jarochos y hasta mariachis en los portales donde se encuentran los restaurantes, de la banda que se planta en el zócalo para tocar danzón mientras los expertos hacen gala de sus mejores pasos, o en fin, cualquier rincón es bueno para todos los ritmos y bailes.


La tranquilidad a la orilla del Papaloapan: Tlacotalpan, el pueblo de colores.



Nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Tlacotalpan es un pequeño poblado situado a la orilla del río Papaloapan, por el cual es posible hacer una travesía en lancha.
A medio día el calor es tan insoportable que el poblado permanece vacío en espera de latarde. En los portales que rodean la plaza principal hay muchos pequeños establecimientos que ayudan al visitante a soportar los estragos del sol, en los cuales se vende desde un refresco, un delicioso helado de jovo (fruta típica del lugar) hasta los toritos (bebida de ron y crema de frutas) con mucho hielo.


Una vista de la Iglesia de La Candelaria, la fiesta principal del pueblo es precisamente el 2 de febrero.

La Antigua: entre ruinas y quiromancia.
Uno de los primeros asentamientos españoles en América fue La Antigua, donde yacen las ruinas de un edificio del siglo XV al que popularmente se conoce como “Casa de Cortes” aunque probablemente el conquistador nunca habitó el lugar. Al entrar en ellas mujeres de faldas y cabellos largos, que con un acento misterioso insisten en leerte la mano, “te cobro barato”, dicen.